Para los fanáticos del vino, la historia que voy a contar a continuación podría resumirse en cuatro palabras: el sueño del pibe.
Todo comenzó hace 14 años, cuando Laura Borioli concluyó su etapa como profesora de Inglés y Carlos Testa puso fin a sus más de 30 años como ingeniero en industrias de la talla de la cementera Minetti, Renault y Volkswagen.
Buscando un remanso para su retiro, esta pareja de inquietos emprendedores se encaminó en la búsqueda de un terreno para plantar vides.
“La idea viene de la familia de Carlos, fundamentalmente”, cuenta a Weinkeller, Laura Borioli, esposa de Carlos Testa. “Los tíos de él iban a Mendoza todos los años, cuando todavía se consumían los vinos de mesa y no había esa cultura del vino de calidad. Iban a los pequeños productores, elegían y se traían el vino para todo el año”, agrega.
“Nosotros venimos de familia de inmigrantes italianos. O sea, mis nonos tenían campo y siempre hubo una conexión con la tierra”, añade Carlos.
Luego de una búsqueda de más de 5 años, adquirieron un campo en Calamuchita que cumplía con los estándares que ellos, y un amigo geólogo, consideraban fundamentales para el producto que soñaban lograr.
“Fue una casualidad. Estábamos viendo otros lugares y la persona que nos acompañaba nos habló de este campo, pero en realidad nos dijo que ya estaba señado por un señor de Río Cuarto que quería vivir aquí. Igual nos lo mostró”, recuerda Laura.
Fue un amor a primera vista que parecía destinado a ser. El señor de Río Cuarto desistió del campo porque apostó a una inversión en Chile. Pero el campo se hizo esperar. Tras varias idas y venidas con los dueños, quienes parecían no querer dejarlo ir del todo, finalmente en el año 2011 lograron comprarlo.
Fueron 14 hectáreas. Pocos meses después plantaron las primeras dos mil cepas de Malbec. “Para las últimas 100 plantas hicimos una gran fiesta con toda la familia y todos los amigos. Éramos como 80. Cada uno tenía que sembrar una planta”, relata Laura.
Era el momento de elegir el nombre de la incipiente bodega.
Por qué Río del Medio
En aquella fiesta de siembra, a cada invitado se le dio un papel para que anotara los posibles nombres. Un amigo de la familia ofició de escribano.
“Después de haber comido y tomado tanto vino, no te puedo explicar los nombres que salían”, cuenta Laura entre carcajadas.
“Buena Vista”, “Testabrick” y “Baron Testa”, fueron algunas de las propuestas de los amigos que tomaron la tarea más como una broma. Lucas Sánchez, quien era el jefe comunal en aquel entonces, propuso “Río del Medio”.
Río del Medio está ubicada en el punto de unión entre Calamuchita y Santa María. Es justamente ese río el que marca los límites entre ambos departamentos.
La primera cosecha de la bodega se realizó en 2016. Fue una cosecha pequeña, 250 litros, pero un paso fundamental para familiarizarse con el terroir, ser críticos con el resultado y acercarse al vino que habían soñado.
“Fue un Malbec. Nunca lo comercializamos”, cuenta Carlos.
En el año 2018 lograron el primer vino para comercializar: Tuzún Malbec. Dos años después, Patricio Tapia, periodista y escritor chileno especializado en vinos, lo puntuaba con 92 puntos en la Guía Descorchados.
“El vino es la uva”
El terroir de Calamuchita es muy particular. Se trata de un suelo extremadamente calcáreo, donde predominan el cuarzo, la greda y la piedra caliza, a una altura de 900 msnm.
“Es una zona en la que siempre corre brisa y tiene muy buen drenaje. Eso le da una sanidad natural al viñedo. Además, es un lugar alto y las heladas no se estacionan”, destaca Carlos, al tiempo que -destapando una de sus botellas- sentencia una premisa: “El vino es la uva”.
La bodega es pequeña, acogedora, como salida de un cuento. Cuenta con una tecnología en la que no han escatimado gastos ni detalles para hacer vinos de altísima calidad.
Vinifican solamente con uvas de su propio viñedo. Hoy, producen unas 7 mil botellas de Malbec, Suavignon blanc, Cabernet franc y Chardonnay.
Reconocimientos
Desde hace unas dos décadas, Calamuchita ha ido creciendo, evolucionando y convirtiéndose en un terroir ideal para la producción de vinos. La zona fue reconocida públicamente por el periodista especializado en vinos y crítico inglés Tim Atkin, uno de los referentes más influyentes en la materia. “Visiten Córdoba”, sugirió en una de sus charlas en Mendoza.
En el año 2021 la Guía Descorchados reconoció al Sauvignon Blanc de la bodega, de etiqueta “Malabar”, como la revelación del año entre más de dos mil vinos.
Río del Medio y esta pareja de románticos del vino son dos tesoros que vale la pena conocer. Para ello, no hace falta viajar a Calamuchita y visitarla, sus vinos cuentan su historia sorbo a sorbo.
Este proyecto modesto y familiar cuenta con todo el potencial digno de posicionar su producto a la altura de los mejores de la Argentina.
“La idea es mantenernos a una escala que sea manejable y se pueda disfrutar como familia”, finaliza Laura.